Corzo ungulado: Descubre todo sobre esta fascinante especie de la fauna salvaje

El corzo ungulado, también conocido como corzo europeo, es una especie de mamífero perteneciente a la familia de los cérvidos. Es originario de Europa y se encuentra distribuido en diversas regiones del continente, desde España hasta Rusia. Se caracteriza por su belleza y agilidad, convirtiéndose en uno de los animales más admirados de la fauna salvaje.

En este artículo vamos a adentrarnos en el mundo del corzo ungulado, explorando características físicas, hábitat, alimentación, comportamiento y reproducción de esta especie. También conoceremos algunos datos interesantes sobre su historia evolutiva y su relación con los seres humanos. Prepárate para descubrir la vida de este fascinante animal y aprender más sobre su importancia en el ecosistema.

Índice

Introducción al corzo ungulado: Características y distribución geográfica

El corzo ungulado es una especie de mamífero perteneciente a la familia de los cérvidos. Es conocido científicamente como Capreolus capreolus y es nativo de Europa, aunque también se encuentra en algunas partes de Asia. Se caracteriza por su tamaño mediano, su pelaje rojizo en verano y grisáceo en invierno, y sus astas en forma de sables.

Esta especie se distribuye en una amplia variedad de hábitats, desde bosques y montañas hasta zonas de matorral y prados. Se adapta fácilmente a diferentes tipos de vegetación y puede sobrevivir en ambientes muy diversos.

Características físicas del corzo ungulado

El corzo ungulado tiene un tamaño mediano, con una longitud corporal que oscila entre los 95 y 140 cm, una altura en la cruz de aproximadamente 70 cm y un peso que va desde los 15 hasta los 35 kg, dependiendo de la edad y el sexo del animal.

Su pelaje es denso y suave, con una coloración rojiza en verano que le proporciona un buen camuflaje entre la vegetación. En invierno, su pelaje se vuelve grisáceo para adaptarse al entorno nevado.

Una característica distintiva del corzo ungulado son sus astas, que son más cortas que las de otros cérvidos. Estas astas tienen forma de sables y son características de los machos adultos. A medida que el corzo envejece, sus astas se vuelven más gruesas y con mayor número de ramificaciones.

Distribución geográfica del corzo ungulado

Aunque el corzo ungulado es originario de Europa, su distribución se ha expandido a lo largo de los siglos debido a la actividad humana. Hoy en día, se encuentra en gran parte de Europa, desde los países nórdicos hasta la Península Ibérica, y también en algunas partes de Asia, como el Cáucaso y Siberia.

Esta especie prefiere hábitats boscosos y montañosos, pero también se puede encontrar en llanuras y zonas de matorral. Se adapta fácilmente a diferentes tipos de vegetación y puede sobrevivir en ambientes muy diversos.

El corzo ungulado es un mamífero de tamaño mediano, con un pelaje rojizo en verano y grisáceo en invierno, y astas en forma de sables. Se distribuye en una amplia variedad de hábitats en Europa y Asia, adaptándose a diferentes tipos de vegetación.

Hábitat y alimentación del corzo ungulado: ¿Qué come y dónde vive?

El corzo ungulado es un animal que se encuentra principalmente en Europa y Asia. Su hábitat preferido son los bosques mixtos y las áreas de matorrales, aunque también pueden encontrarse en praderas y campos abiertos. Los corzos son animales muy adaptables y pueden vivir en diferentes tipos de entornos, siempre y cuando tengan suficiente vegetación para alimentarse y refugios adecuados.

Cuando se trata de su alimentación, los corzos son principalmente herbívoros. Su dieta consiste principalmente en hojas, brotes, tallos y frutas de árboles y arbustos. También consumen hierbas, musgos y líquenes cuando están disponibles. En épocas de escasez de alimento, los corzos pueden recurrir a comer corteza de árboles y ramitas.

Los corzos tienen una alimentación muy selectiva y son capaces de buscar y elegir las plantas más nutritivas y sabrosas. Su dieta varía a lo largo del año, dependiendo de la disponibilidad de alimentos en cada estación. Durante la primavera y el verano, cuando hay una mayor cantidad de hojas y brotes tiernos, los corzos se alimentan principalmente de estos. En otoño, se centran en consumir frutas y bellotas, para almacenar energía antes del invierno.

En cuanto a su hábitat, los corzos prefieren áreas boscosas con buena cobertura vegetal. Esto les proporciona refugio y protección contra posibles depredadores, así como una fuente constante de alimento. También son animales muy territoriales y suelen establecer su hogar en un área determinada, conocida como territorio. Dentro de su territorio, los corzos establecen rutas y caminos que recorren regularmente en busca de alimento.

Reproducción y ciclo de vida del corzo ungulado: Gestación, nacimiento y desarrollo de las crías

El ciclo de vida del corzo ungulado comienza con la reproducción y la gestación de las crías. La temporada de apareamiento del corzo ocurre en otoño, generalmente entre septiembre y noviembre. Durante este período, los machos compiten por las hembras y luchan entre sí para establecer su dominancia.

Luego de la cópula, la hembra corzo entra en un estado de gestación que dura aproximadamente 7 meses. Durante este tiempo, el embrión se desarrolla en el útero de la madre y se forma la cría. La hembra gestante busca un lugar seguro y tranquilo para dar a luz a sus crías, conocido como "paridera".

En primavera, generalmente a principios de mayo, la hembra da a luz a una o dos crías llamadas "cabritos" o "corcinos". Estas crías son muy vulnerables y dependen completamente de su madre para sobrevivir. Al nacer, los corcinos tienen un pelaje moteado que les ayuda a camuflarse en su entorno y a protegerse de los depredadores.

Los corcinos comienzan a amamantar inmediatamente después de nacer. La leche de la madre es muy rica en nutrientes y les proporciona todo lo que necesitan para crecer y desarrollarse. Durante las primeras semanas de vida, los corcinos se mantienen escondidos y la madre los visita regularmente para amamantarlos.

A medida que los corcinos crecen, comienzan a explorar su entorno y a alimentarse de hierba, hojas y brotes. La madre sigue cuidándolos y los protege de los depredadores. A los pocos meses, los corcinos desarrollan su pelaje adulto y se vuelven más independientes.

Comportamiento y adaptaciones del corzo ungulado: Estrategias de supervivencia y relación con su entorno

El corzo es un animal ungulado que habita en diversas regiones de Europa y Asia. A lo largo del tiempo, ha desarrollado una serie de comportamientos y adaptaciones que le han permitido sobrevivir en diferentes tipos de entornos.

Comportamiento del corzo

El corzo es un animal solitario y territorial. Los machos marcan su territorio con orina y defecaciones, y también mediante la fricción de glándulas ubicadas en sus cuartillas contra arbustos y árboles. Estos marcadores transmiten información sobre el estado reproductivo del individuo y ayudan a establecer jerarquías dentro de la población.

En cuanto a su alimentación, los corzos son rumiantes y se alimentan principalmente de brotes, hojas, hierbas y cortezas de árboles. Su aparato digestivo está adaptado para extraer los nutrientes de este tipo de comida, permitiéndoles obtener la energía necesaria para sobrevivir.

En cuanto a su reproducción, los corzos tienen una temporada de celo que varía dependiendo de la región en la que se encuentren. Durante este periodo, los machos compiten entre sí por el derecho de aparearse con las hembras. Los enfrentamientos suelen ser rituales y se basan en demostraciones de fuerza física.

Adaptaciones del corzo

Una de las principales adaptaciones del corzo es su excelente capacidad de camuflaje. Su pelaje, de color marrón rojizo, se mimetiza perfectamente con el entorno natural, lo que le permite pasar desapercibido ante posibles depredadores.

Otra adaptación importante es su excelente audición y olfato. Los corzos tienen orejas grandes y móviles, que les permiten captar sonidos de baja frecuencia y localizar posibles amenazas. Además, poseen un olfato muy desarrollado, que les ayuda a detectar la presencia de depredadores o de posibles fuentes de alimento.

Por último, es importante destacar la capacidad de los corzos para correr a gran velocidad y saltar obstáculos. Esta adaptación les permite escapar de sus depredadores y sortear terrenos complicados en caso de necesidad.

Relación con el entorno

El corzo es un animal muy adaptable y puede habitar diferentes tipos de entornos, desde bosques hasta zonas montañosas. Sin embargo, su presencia se ve limitada por la disponibilidad de alimento y refugio.

Además, el corzo también tiene una relación simbiótica con algunas especies de aves y mamíferos. Por ejemplo, los corzos pueden ayudar a disparar semillas de plantas al transportarlas en su pelaje o al ingerir frutos y posteriormente defecar las semillas en otro lugar. De esta forma, contribuyen a la dispersión de especies vegetales y al mantenimiento de la biodiversidad.

El corzo es un animal que ha desarrollado una serie de comportamientos y adaptaciones que le permiten sobrevivir en diferentes entornos. Su comportamiento territorial, su alimentación y su reproducción son estrategias de supervivencia clave. Además, su camuflaje, su excelente audición y olfato, así como su capacidad para correr y saltar, son adaptaciones que le ayudan a sobrevivir en su entorno natural. Por último, su relación con el entorno incluye interacciones con otras especies y la contribución a la dispersión de semillas y mantenimiento de la biodiversidad.

Enemigos naturales y amenazas para el corzo ungulado: Predadores y humanos que ponen en peligro a esta especie

El corzo ungulado es una especie que se encuentra amenazada por diversos enemigos naturales y también por desafíos que provienen de los humanos. Estos factores contribuyen al riesgo de extinción de esta especie y hacen necesario que se tomen medidas de conservación para protegerla.

Predadores naturales

Uno de los principales enemigos naturales del corzo ungulado son los grandes carnívoros, como el lobo y el oso. Estos depredadores pueden atacar a los corzos, especialmente a los individuos más jóvenes y débiles. Los lobos, por ejemplo, suelen cazar en manada y pueden abatir a un corzo adulto con éxito. Además, también están presentes otros predadores como el zorro o el lince, que también pueden afectar a la población de corzos.

Los ataques de estos predadores naturales pueden reducir la población de corzos y afectar su equilibrio demográfico. Esto puede tener un impacto negativo en el ecosistema en el que viven, ya que los corzos son importantes para mantener el equilibrio de la vegetación y como presa para otros depredadores. Además, la depredación también puede causar estrés en los individuos sobrevivientes, lo que puede afectar su salud y capacidad de reproducción.

Humanos y la caza furtiva

Además de los predadores naturales, los humanos también representan una amenaza para los corzos ungulados. La caza furtiva es una práctica ilegal que consiste en la caza de animales sin permiso o fuera de las temporadas de caza establecidas. Esta actividad puede tener un impacto negativo en la población de corzos, ya que reduce su número y afecta el equilibrio de género y edad de la población.

La caza furtiva puede tener consecuencias graves para la conservación de los corzos, ya que se rompe el control y regulación establecido por los organismos encargados de la protección de la fauna. Además, la caza ilegal puede causar lesiones y sufrimiento a los corzos abatidos, ya que no se siguen los protocolos de caza ética y se emplean métodos no apropiados.

Otros desafíos humanos

Además de la caza furtiva, los corzos también se enfrentan a otros desafíos provocados por los humanos, como la destrucción y fragmentación de su hábitat debido a la urbanización, la agricultura intensiva y la construcción de infraestructuras. Estos cambios en el entorno pueden limitar el acceso a los recursos naturales necesarios para la supervivencia de los corzos, como la alimentación y el refugio.

Además, la contaminación del agua y el uso de pesticidas en agricultura también pueden tener efectos negativos en los corzos, ya que pueden afectar su salud y capacidad de reproducción. El aumento de la presencia humana en zonas naturales también puede provocar un aumento en el estrés y la perturbación de los corzos, lo que puede afectar su comportamiento y supervivencia.

Los corzos ungulados se enfrentan a diversos enemigos naturales y desafíos provocados por los humanos. Para proteger y conservar esta especie, es necesario implementar medidas de gestión adecuadas, como la protección de su hábitat, la regulación de la caza y la educación ambiental para concienciar sobre la importancia de la conservación de estos animales.

Conservación del corzo ungulado: Medidas para proteger y preservar la población de corzos

Los corzos son ungulados que se encuentran principalmente en Europa y Asia. Son animales herbívoros que habitan en bosques y praderas, y son conocidos por su elegancia y agilidad. Sin embargo, la población de corzos ha disminuido en los últimos años debido a la pérdida de hábitat y la caza furtiva. Por esta razón, se han implementado diversas medidas para proteger y preservar a estos animales.

1. Creación de reservas naturales

Una de las medidas más importantes para conservar el corzo es la creación de reservas naturales en las áreas donde habita. Estas reservas son espacios protegidos donde se prohíbe la caza y se controla el acceso de las personas. De esta manera, se garantiza un hábitat seguro para los corzos y se evita su caza indiscriminada.

2. Restauración y conservación del hábitat

El hábitat del corzo es crucial para su supervivencia. Por lo tanto, se están llevando a cabo proyectos de restauración y conservación de los bosques y praderas donde habita. Esto implica la plantación de árboles y la eliminación de especies invasoras que pueden perjudicar el ecosistema. Además, se están implementando medidas para evitar la fragmentación del hábitat, como la creación de corredores ecológicos.

3. Control de depredadores

Los corzos tienen varios depredadores naturales, como los lobos y los linces. Sin embargo, en algunas zonas, la presencia excesiva de depredadores puede afectar negativamente la población de corzos. Por esta razón, se están llevando a cabo programas de control de depredadores para mantener un equilibrio en el ecosistema y proteger a los corzos.

4. Educación y concienciación

La educación y la concienciación en la sociedad son fundamentales para la conservación del corzo. Se están realizando campañas de sensibilización para informar a la población sobre la importancia de proteger a estos animales y su hábitat. Además, se están desarrollando programas educativos en las escuelas para fomentar el respeto y la conservación de la fauna.

5. Regulación de la caza

La caza del corzo está regulada en muchos países para garantizar su conservación. Se establecen temporadas de caza y cuotas de captura para controlar el número de corzos que se cazan. Además, se exigen licencias y permisos especiales para cazar corzos, y se prohíbe la caza de ejemplares jóvenes y hembras en periodo de cría.

La conservación del corzo es fundamental para garantizar la supervivencia de esta especie. Mediante la creación de reservas naturales, la restauración del hábitat, el control de depredadores, la educación y concienciación, y la regulación de la caza, se están llevando a cabo diversas medidas para proteger y preservar a los corzos.

Interacción con otras especies en su ecosistema: Relaciones con depredadores, presas y competidores

Los perros son animales sociales y, como tal, interactúan con otras especies en su ecosistema. Estas interacciones pueden ser de diferentes tipos, incluyendo relaciones con depredadores, presas y competidores.

Relaciones con depredadores:

Los perros son animales que, a lo largo de su historia evolutiva, han sido domesticados por los humanos y han perdido gran parte de sus instintos depredadores. Sin embargo, aún conservan algunos de estos comportamientos y pueden interactuar con otras especies que actúan como depredadores en su entorno.

Entre las especies depredadoras con las que los perros pueden interactuar se encuentran los coyotes, lobos y otros carnívoros. Estas interacciones pueden variar desde enfrentamientos territoriales hasta ataques reales, dependiendo del tamaño y comportamiento de ambas especies.

Relaciones con presas:

Los perros también pueden interactuar con especies que son consideradas presas en su ecosistema. Esto puede incluir animales como conejos, ardillas, aves y roedores. Estas interacciones pueden ser de juego, caza o simplemente curiosidad, dependiendo de la personalidad y entrenamiento del perro.

Es importante destacar que, aunque los perros domesticados pueden tener instintos de persecución hacia estas especies, es responsabilidad de los dueños controlar y entrenar a sus perros para evitar daños a la fauna local.

Relaciones con competidores:

Los perros también pueden interactuar con otras especies que consideran competidores en su entorno. Esto puede incluir otros perros, gatos u otros animales domésticos. Estas interacciones pueden ser de juego, territorialidad o incluso agresividad, dependiendo de la personalidad y experiencia de cada animal.

Es importante que los dueños supervisen estas interacciones y aseguren la seguridad de su perro y de los demás animales involucrados. El entrenamiento y la socialización temprana son clave para promover una convivencia pacífica entre diferentes especies.

Los perros interactúan con otras especies en su ecosistema a través de relaciones con depredadores, presas y competidores. Las interacciones pueden variar desde enfrentamientos territoriales hasta juegos y curiosidad. Es responsabilidad de los dueños controlar y entrenar a sus perros para garantizar la seguridad y armonía en estas interacciones.

Importancia del corzo ungulado en los ecosistemas: Su papel como especie clave y su impacto en la biodiversidad

El corzo ungulado es una especie clave en los ecosistemas, desempeñando un papel fundamental en el mantenimiento del equilibrio y la diversidad biológica. Su presencia influye en la estructura y dinámica de la comunidad de especies, y su desaparición o disminución puede tener consecuencias negativas para el funcionamiento de los ecosistemas.

La función del corzo ungulado como especie clave

El corzo ungulado, también conocido como corzo europeo (Capreolus capreolus), es un pequeño cérvido que habita en bosques y áreas arboladas de Europa. Esta especie juega un papel clave en los ecosistemas donde se encuentra presente.

Una de las funciones más importantes del corzo ungulado es su impacto en la estructura del paisaje. Estos animales se alimentan principalmente de arbustos y ramas bajas de los árboles, lo que provoca la formación de claros en el bosque y la regeneración de la vegetación. De esta manera, contribuyen a la diversidad de hábitats y proporcionan oportunidades para el establecimiento de otras especies vegetales y animales.

Otra función clave del corzo ungulado es su papel como dispersor de semillas. A medida que se desplazan por el territorio en busca de alimento, los corzos ingieren semillas de diferentes plantas. Estas semillas son transportadas a través de su sistema digestivo y se depositan en distintas áreas, favoreciendo así la dispersión de las especies vegetales y la colonización de nuevos sitios.

Impacto del corzo ungulado en la biodiversidad

El corzo ungulado también tiene un impacto significativo en la biodiversidad de los ecosistemas en los que se encuentra. Su presencia ayuda a mantener la diversidad de especies vegetales al controlar la densidad y el crecimiento de las plantas. Al alimentarse selectivamente de ciertas especies vegetales, evitan que estas se vuelvan dominantes y permiten que otras plantas tengan la oportunidad de crecer y desarrollarse.

Además, el corzo ungulado tiene un papel importante en la cadena trófica. Al ser una presa para algunos depredadores, como el lobo y el lince, contribuye a regular las poblaciones de estos animales. Asimismo, al descomponerse, los cadáveres de los corzos proporcionan nutrientes esenciales para otros organismos, como carroñeros y descomponedores.

El corzo ungulado desempeña un papel crucial en los ecosistemas donde se encuentra. Su función como especie clave y su impacto en la biodiversidad contribuyen al equilibrio y la salud de los ecosistemas, y su conservación es fundamental para garantizar la sostenibilidad de estos entornos naturales.

Avistamiento y observación del corzo ungulado: Consejos para poder contemplar a esta especie de forma responsable y respetuosa

El corzo ungulado es un animal herbívoro y solitario que pertenece a la familia de los cérvidos. Es conocido por su belleza y elegancia, lo que lo convierte en un objetivo frecuente para los amantes de la naturaleza y la observación de fauna. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el avistamiento y observación de corzos debe llevarse a cabo de manera responsable y respetuosa, para no causarles estrés o alterar su comportamiento natural.

Consejos para el avistamiento y observación del corzo ungulado:

  • Investiga y elige el lugar adecuado: Antes de planificar tu salida de observación, investiga sobre las áreas donde es más probable encontrar corzos. Consulta guías de observación de fauna, habla con expertos locales y ten en cuenta la temporada y horarios en los que es más probable verlos.
  • Mantén distancia: Una vez que encuentres a un corzo, mantén siempre una distancia respetuosa. Utiliza binoculares o cámaras con buen zoom para acercarte sin perturbar su espacio.
  • No te acerques rápidamente: Los corzos son animales tímidos y desconfiados, por lo que acercarte rápidamente o repentinamente puede asustarlos. Muévete despacio y de forma silenciosa para no generar estrés en el animal.
  • Evita hacer ruido: Los corzos tienen un oído muy agudo, por lo que cualquier ruido fuerte puede asustarlos. Mantén el silencio durante la observación y evita hablar en voz alta o hacer movimientos bruscos.
  • No te acerques a las crías: En primavera, es común que las hembras corzo tengan crías. Es importante no acercarse ni tocar a los pequeños, ya que esto puede provocar que la madre los abandone.
  • Respeta su espacio: Aunque puedas tener una buena visibilidad del corzo, no intentes acercarte demasiado. Respeta su espacio y comportamiento natural, sin interrumpir sus rutinas o hábitos.
  • No alimentes a los corzos: Aunque pueda parecer tentador, no alimentes a los corzos ni les ofrezcas comida. Esto puede alterar su dieta y comportamiento, además de generar dependencia hacia los humanos.
  • Respeta las normativas locales: Infórmate sobre las normativas locales de avistamiento y observación de fauna antes de realizar tu salida. Algunas áreas protegidas pueden tener restricciones o requerir permisos especiales.

Recuerda que la observación responsable de fauna es fundamental para proteger y conservar las especies. Sigue estas recomendaciones y disfruta de la belleza del corzo ungulado de forma respetuosa.

Curiosidades y datos interesantes sobre el corzo ungulado: Datos sorprendentes y fascinantes acerca de esta especie

El corzo ungulado es un mamífero herbívoro que pertenece a la familia de los cérvidos. Es conocido por su elegante aspecto y sus sorprendentes habilidades de camuflaje.

Características físicas

El corzo ungulado tiene un tamaño similar al de un perro grande, con una altura aproximada de 60 a 70 centímetros y un peso de 20 a 35 kilogramos. Su pelaje es de color marrón rojizo en verano, pero cambia a un color grisáceo en invierno para adaptarse al entorno nevado.

Una de las características más sorprendentes del corzo ungulado son sus grandes ojos, que le proporcionan una excelente visión nocturna. Esto le permite detectar a sus depredadores y moverse con facilidad incluso en la oscuridad.

Comportamiento

El corzo ungulado es conocido por ser un animal solitario y territorial. Cada macho posee su propio territorio, que defiende marcando su presencia mediante feromonas y marcas en los árboles. Estos territorios pueden abarcar desde 25 hasta 100 hectáreas.

Aunque suelen ser solitarios, los corzos ungulados también pueden formar grupos pequeños, especialmente en invierno cuando buscan refugio y alimento en áreas más bajas y protegidas del clima.

Alimentación

El corzo ungulado se alimenta principalmente de brotes, hojas y frutas de arbustos y árboles. Su dieta puede variar según la disponibilidad de alimentos en su entorno, pero siempre se basa en vegetación.

Para acceder a la vegetación más alta, los corzos tienen la capacidad de levantarse sobre sus patas traseras y utilizar sus patas delanteras para alcanzar las ramas. Esta habilidad les permite aprovechar al máximo su entorno y obtener el alimento necesario para sobrevivir.

Reproducción

La época de reproducción del corzo ungulado se produce en el otoño, entre septiembre y octubre. Durante este período, los machos luchan entre sí por el territorio y por el derecho de aparearse con las hembras.

El periodo de gestación de las hembras dura aproximadamente 8 meses, tras los cuales dan a luz a una cría. Las crías son conocidas como cervatillos y son capaces de caminar y seguir a su madre poco después del nacimiento.

Estado de conservación

El corzo ungulado se encuentra en una situación favorable en cuanto a su conservación. Sus poblaciones están estables y no se considera una especie en peligro de extinción.

Sin embargo, debido a la caza ilegal y la destrucción de su hábitat, es importante mantener una vigilancia constante sobre sus poblaciones y tomar medidas para proteger su entorno y garantizar su supervivencia a largo plazo.

Conclusiones

El corzo ungulado es una especie fascinante que ha sabido adaptarse a diferentes entornos y sobrevivir a lo largo de los años. Su elegante apariencia y sus sorprendentes habilidades lo convierten en un animal único y digno de admiración.

Es importante seguir investigando y protegiendo a esta especie para garantizar su preservación y promover el equilibrio ecológico en nuestros ecosistemas.

Preguntas frecuentes

1. ¿Cuál es el tamaño promedio de un corzo ungulado?

El tamaño promedio de un corzo ungulado es de aproximadamente 1 metro de altura y 1,5 metros de longitud.

2. ¿Cuál es la dieta principal de los corzos ungulados?

La dieta principal de los corzos ungulados consiste en hierbas, hojas, brotes y frutas.

3. ¿Cuánto tiempo vive un corzo ungulado en su medio natural?

Un corzo ungulado puede vivir entre 10 y 15 años en su medio natural.

4. ¿Qué tipo de hábitat prefieren los corzos ungulados?

Los corzos ungulados prefieren hábitats variados con bosques, praderas y zonas de matorral.

5. ¿Cuántas crías tiene una hembra de corzo ungulado?

Una hembra de corzo ungulado normalmente tiene una cría en cada parto, aunque en ocasiones pueden tener gemelos.

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir