La Unión Europea: Conoce los 27 miembros fundadores y nuevos integrantes (actualización)
La Unión Europea (UE) es un proyecto político y económico que cuenta con 27 miembros fundadores y nuevos integrantes, cada uno con su propio legado e influencia en la región. Fundada en 1993 a partir de la Tratado de Maastricht, la UE se ha convertido en una fuerza global significativa, impulsando el crecimiento económico, la estabilidad política y la cooperación internacional.
La UE es conocida por su capacidad para promover la paz y la prosperidad en Europa, mediante la creación de un mercado común, la colaboración en políticas exteriores y de seguridad, y el fomento del desarrollo regional. Sin embargo, también ha enfrentado desafíos importantes, como la crisis económica global, la inmigración y las tensiones entre los miembros.
En este artículo, nos enfocaremos en conocer a los 27 miembros fundadores y nuevos integrantes de la UE, explorando sus características, logros y desafíos. A través de esta guía, obtendremos una comprensión más profunda de la estructura y función de la UE, así como de su impacto en el mundo.
La UE es un proyecto en constante evolución, y su crecimiento y desarrollo se han caracterizado por la adición de nuevos miembros y la reforma de sus instituciones. En este sentido, es importante analizar los cambios que ha experimentado la UE y cómo estos cambios afectan a sus miembros y a la región en general.
En el próximo párrafo, exploraremos la historia detrás de la creación de la UE y cómo se han desarrollado sus instituciones y estructuras.
- Los 6 fundadores de la Comunidad Económica Europea (CEE)
- Adhesiones posteriores a la CEE: Italia, Francia, Alemania y otros
- Incorporación de nuevos miembros: España, Portugal, Grecia, Dinamarca y Suecia
- Ampliación del área de Schengen
- Expansión a Oriente Medio: Turquía y Chipre
- Adhesiones recientes: Croacia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Malta y Eslovaquia
- La situación actual: Brexit y la futura expansión de la UE
- Conclusión
Los 6 fundadores de la Comunidad Económica Europea (CEE)
La Comunidad Económica Europea (CEE), precursora de la Unión Europea, fue creada en 1958 con el objetivo de crear un mercado común entre sus miembros.
El primer paso hacia la creación de la CEE fue la firma del Tratado de Roma en 1957 por los líderes de seis países europeos: Bélgica, Francia, Alemania Occidental, Italia, Países Bajos y Luxemburgo.
Estos seis países fundadores compartían un objetivo común: promover el crecimiento económico y la prosperidad en Europa mediante la eliminación de aranceles y la creación de un mercado común.
La CEE se basaba en la idea de que una economía más fuerte y competitiva podría ayudar a restaurar la paz y la estabilidad en Europa después de la Segunda Guerra Mundial.
Entre los seis fundadores, Bélgica fue el país que más contribuyó al proceso de creación de la CEE, ya que su presidente, Paul-Henri Spaak, se desempeñó como secretario general del tratado.
Francia y Alemania Occidental, en particular, jugaron un papel crucial en la creación de la CEE, ya que sus relaciones históricas habían sido marcadas por conflictos y rivalidades. Sin embargo, el Tratado de Roma permitió a estos dos países trabajar juntos para construir una Europa más pacífica y próspera.
Italia, que había experimentado un crecimiento económico lento después de la guerra, vio en la CEE una oportunidad para revitalizar su economía y conectarse con otros países europeos.
Países Bajos y Luxemburgo, a pesar de ser pequeños países, también jugaron un papel importante en la creación de la CEE, ya que su ubicación geográfica estratégica les permitió facilitar el comercio entre los demás miembros fundadores.
Adhesiones posteriores a la CEE: Italia, Francia, Alemania y otros
Italia se unió a la CEE en 1958, apenas un año después de su creación. La adhesión italiana fue un paso importante para consolidar el mercado común entre los miembros fundadores.
Francia y Alemania Occidental también se unieron a la CEE en 1958, lo que marcó un nuevo capítulo en las relaciones entre estos dos países históricamente rivales.
En 1961, Dinamarca y Reino Unido firmaron el Acuerdo de Adhesión para unirse a la CEE. Sin embargo, el referéndum realizado en Reino Unido en 1975 rechazó su adhesión a la CEE.
En 1973, Irlanda y Noruega se unieron a la CEE, seguidos por Grecia en 1981. La expansión de la UE hacia el sur y este de Europa marcó un nuevo período de crecimiento y cooperación entre los países miembros.
Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo, ya miembros fundadores, también jugaron un papel importante en la expansión de la CEE. Estos países compartían una economía fuerte y estaban dispuestos a apoyar la creación de una Europa más próspera.
En 1986, España y Portugal se unieron a la CEE, lo que marcó el comienzo de la expansión de la UE hacia el sur de Europa. La adhesión de estos países fue vista como un paso importante para consolidar la estabilidad política y económica en la región.
La creación del Mercado Común Europeo (MCE) en 1992, que reemplazó a la CEE, también marcó un nuevo capítulo en el desarrollo de la UE. El MCE abrió las fronteras comerciales entre los países miembros y creó un mercado único para los productos europeos.
La expansión de la UE hacia el este de Europa comenzó con la adhesión de Austria, Finlandia y Suecia en 1995. La adhesión de estos países fue vista como un paso importante para consolidar la estabilidad política y económica en la región.
La creación de la moneda europea, el euro, en 1999 también marcó un nuevo capítulo en el desarrollo de la UE. El euro se convirtió en la moneda oficial de los países miembros del Eurozona, lo que facilitó las transacciones comerciales y financieras entre ellos.
La expansión de la UE hacia el este y el sur de Europa continuó con la adhesión de Polonia, Hungría y Checoslovaquia en 2004. La adhesión de estos países fue vista como un paso importante para consolidar la estabilidad política y económica en la región.
En 2013, Croacia se unió a la UE, seguida por Bulgaria y Rumania en 2007. La expansión de la UE hacia el este de Europa continuó con la adhesión de Albania y Macedonia en 2009.
La creación del área Schengen en 1995 también marcó un nuevo capítulo en el desarrollo de la UE. El área Schengen permitió a los ciudadanos de los países miembros viajar libremente entre ellos sin necesidad de visados o controles fronterizos.
La adhesión posterior a la CEE fue un proceso lento y gradual que se extendió durante varias décadas. La expansión de la UE hacia el este y el sur de Europa marcó un nuevo capítulo en el desarrollo de la organización y facilitó las relaciones entre los países miembros.
Incorporación de nuevos miembros: España, Portugal, Grecia, Dinamarca y Suecia
España y Portugal se unieron a la CEE en 1986, lo que marcó el comienzo de una nueva era para la expansión de la UE hacia el sur de Europa.
La adhesión española se caracterizó por la apertura económica y política del país, lo que permitió a los productos españoles acceder al mercado común europeo. La incorporación portuguesa también trajo consigo beneficios para la economía y la industria del país.
Grecia se unió a la CEE en 1981, lo que marcó el comienzo de una nueva era para la expansión de la UE hacia el sur de Europa. La adhesión griega se caracterizó por la apertura económica y política del país, lo que permitió a los productos griegos acceder al mercado común europeo.
Dinamarca se unió a la CEE en 1973, lo que marcó el comienzo de una nueva era para la expansión de la UE hacia el norte de Europa. La adhesión danesa se caracterizó por la apertura económica y política del país, lo que permitió a los productos daneses acceder al mercado común europeo.
Suecia se unió a la CEE en 1995, lo que marcó el comienzo de una nueva era para la expansión de la UE hacia el norte de Europa. La adhesión sueca se caracterizó por la apertura económica y política del país, lo que permitió a los productos suecos acceder al mercado común europeo.
La incorporación de estos nuevos miembros tuvo un impacto positivo en la economía y la industria de la UE, ya que permitieron una mayor diversificación y competitividad en el mercado común europeo. Además, la expansión hacia el sur y el norte de Europa también trajo consigo beneficios para la estabilidad política y económica en la región.
La adhesión de estos países también marcó un nuevo capítulo en las relaciones entre ellos y con los demás miembros de la UE, lo que permitió una mayor cooperación y coordinación en diferentes áreas, como la política exterior y la seguridad.
Ampliación del área de Schengen
En 1995, España y Portugal se unieron al área de Schengen, lo que permitió una mayor libertad de movimiento para los ciudadanos europeos.
La adhesión sueca en 2001 también marcó el comienzo de su participación en el área de Schengen, lo que facilitó la migración y el turismo entre Suecia y otros países miembros.
En 2007, Dinamarca se unió al área de Schengen, lo que permitió una mayor coordinación en la política de inmigración y fronteras.
La expansión del área de Schengen también ha llevado a la creación de un sistema de control de fronteras más efectivo, que combina la cooperación entre los países miembros para garantizar la seguridad y la integridad de las fronteras comunes.
Además, el área de Schengen ha sido ampliada para incluir nuevos países, como Croacia en 2008 y Bulgaria y Rumania en 2011.
La ampliación del área de Schengen también ha llevado a la creación de un sistema de visados más simplificado, que permite a los ciudadanos de los países miembros viajar a otros países sin necesidad de obtener visas previas.
Expansión a Oriente Medio: Turquía y Chipre
Turquía ha sido un miembro candidato de la UE desde 1999, pero su adhesión ha sido objeto de debate debido a las preocupaciones sobre la democracia y los derechos humanos en el país.
En 2005, el Parlamento Europeo otorgó la condición de candidato oficial a Turquía, lo que marcó un importante paso hacia adelante en su camino hacia la adhesión.
Sin embargo, la relación entre la UE y Turquía ha sido complicada debido a las tensiones sobre la cuestión kurda y los derechos humanos en el país.
Chipre, por otro lado, es un caso especial en la expansión de la UE hacia Oriente Medio. El país está dividido entre la República de Chipre (miembro de la UE) y la Turquía de Chipre del Norte (no miembro de la UE).
En 2004, Chipre se convirtió en el 25º miembro de la UE, pero la situación en el norte del país sigue siendo un tema pendiente.
La UE ha apoyado los esfuerzos para reunificar Chipre y ha impuesto sanciones a Turquía por no retirar sus tropas del norte del país.
Aunque la expansión de la UE hacia Oriente Medio ha sido lenta, la adhesión de nuevos países como Croacia y Rumania en 2007 y 2009 respectivamente, muestra que la UE está dispuesta a expandirse hacia áreas nuevas.
Adhesiones recientes: Croacia, Eslovenia, Estonia, Letonia, Lituania, Malta y Eslovaquia
Croacia se unió a la UE en 2013, después de 10 años de negociaciones, lo que marcó el final del proceso de expansión hacia el este. La adhesión croata ha tenido un impacto positivo en la estabilidad política y económica del país.
Eslovenia se unió a la UE en 2004, siendo el primer país ex-yugoslavo en hacerlo. La adhesión eslovena ha mejorado significativamente las condiciones de vida de los ciudadanos eslovenos y ha impulsado la cooperación entre Eslovenia y otros países europeos.
Estonia se unió a la UE en 2004, después de años de transición desde la era soviética. La adhesión estonia ha permitido el libre acceso a la UE para los ciudadanos estonios y ha impulsado la creación de empresas y la inversión extranjera.
Letonia se unió a la UE en 2004, después de una década de negociaciones. La adhesión letona ha mejorado las condiciones de vida de los ciudadanos letones y ha impulsado la cooperación entre Letonia y otros países europeos.
Lituania se unió a la UE en 2004, después de años de transición desde la era soviética. La adhesión lituana ha permitido el libre acceso a la UE para los ciudadanos lituanos y ha impulsado la creación de empresas y la inversión extranjera.
Malta se unió a la UE en 2004, después de años de transición desde la era colonial británica. La adhesión maltésa ha mejorado las condiciones de vida de los ciudadanos malteses y ha impulsado la cooperación entre Malta y otros países europeos.
Eslovaquia se unió a la UE en 2004, después de años de transición desde el comunismo. La adhesión eslovaca ha permitido el libre acceso a la UE para los ciudadanos eslovacos y ha impulsado la creación de empresas y la inversión extranjera.
Las adhesiones recientes han llevado a una mayor diversidad cultural y económica dentro de la UE, lo que ha mejorado las condiciones de vida de los ciudadanos y ha impulsado la cooperación entre los países miembros.
La situación actual: Brexit y la futura expansión de la UE
En el momento en que se escribe este artículo, el proceso de salida del Reino Unido (Brexit) de la UE está en pleno desarrollo. El Reino Unido votó a favor de dejar la UE en un referéndum celebrado en 2016 y desde entonces ha negociado los términos de su retirada.
La UE está trabajando para establecer acuerdos comerciales con el Reino Unido después de su salida, pero el proceso es complejo y sigue siendo incierto. La salida del Reino Unido puede tener un impacto significativo en la economía y la política de la UE.
A pesar de los desafíos que plantea el Brexit, la UE sigue enfocada en expandirse hacia áreas nuevas. Se han realizado negociaciones con varios países para su adhesión a la UE, incluyendo Albania y Macedonia del Norte.
Además, se están explorando oportunidades de cooperación con países como Turquía y Ucrania. La UE también está trabajando para fortalecer sus relaciones con otros bloques regionales, como el Mercado Común de América Latina (MERCOSUR) y la Asociación Europea-Mediterránea (UEM).
La futura expansión de la UE también se ve influenciada por los cambios en la política exterior de algunos países miembros. Por ejemplo, Francia y Alemania han expresado su apoyo a una mayor cooperación entre la UE y el Mercado Común de América Latina (MERCOSUR), lo que podría llevar a una mayor expansión de la UE hacia América Latina.
Aunque el Brexit plantea desafíos para la UE, la organización sigue enfocada en expandirse y fortalecer sus relaciones con otros países y bloques regionales.
Conclusión
La Unión Europea ha crecido significativamente desde sus inicios y ahora cuenta con 27 miembros fundadores y nuevos integrantes.
La UE sigue siendo un importante actor global en términos de economía, política y derechos humanos. A pesar de los desafíos que enfrenta, como el Brexit, la organización está enfocada en expandirse y fortalecer sus relaciones con otros países y bloques regionales.
Para mantener su liderazgo en el escenario internacional, la UE debe seguir innovando y adaptándose a los cambios globales. Es importante que los ciudadanos europeos se involucren más en la política de la UE y que los líderes políticos trabajen juntos para encontrar soluciones comunes.
En última instancia, la Unión Europea es un proyecto que busca promover la paz, la prosperidad y la democracia en Europa y en el mundo. Con su continua expansión y fortalecimiento, la UE puede seguir siendo una fuerza positiva en el escenario global.
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