Ruptura Prematura de Membranas GPC: Descubre los Síntomas y Cómo Actuar de Manera Urgente

La ruptura prematura de membranas (RPM) es una complicación que ocurre durante el embarazo, en la cual las membranas que rodean al feto se rompen antes de que comience el trabajo de parto. Esto puede ocurrir en cualquier momento después de las 37 semanas de gestación y puede tener diversas causas, como infecciones, debilidad de las membranas o incluso estrés físico o emocional en la madre. La RPM puede tener consecuencias tanto para la madre como para el bebé, por lo que es importante reconocer los síntomas y actuar de manera urgente.

Abordaremos en detalle qué es la ruptura prematura de membranas, cuáles son sus síntomas más comunes y cómo se diagnostica. También veremos cuál es la importancia de actuar de manera urgente en caso de sospecha de RPM, así como las opciones de tratamiento disponibles. Si estás embarazada o conoces a alguien que lo está, esta información te será de gran ayuda para reconocer los signos de la RPM y tomar las medidas adecuadas para proteger la salud de la madre y del bebé.

Índice

¿Qué es la Ruptura Prematura de Membranas (RPM)?

La Ruptura Prematura de Membranas (RPM) es una condición que ocurre durante el embarazo cuando las membranas que rodean al bebé en el útero se rompen antes de que se inicie el trabajo de parto. Normalmente, estas membranas se rompen cuando la mujer está en trabajo de parto activo, lo que se conoce como "romper aguas". Sin embargo, en casos de RPM, esta ruptura ocurre antes de tiempo.

La RPM puede presentarse en cualquier momento durante el embarazo, pero es más común que ocurra cerca de la fecha de parto. Se estima que afecta alrededor del 10% de los embarazos y puede ser causada por diversas razones, como infecciones del tracto genital, debilidad de las membranas, trauma o estrés en el útero, entre otras.

Es importante destacar que la RPM puede tener consecuencias tanto para la madre como para el bebé. Entre las posibles complicaciones para la madre se incluyen infecciones del tracto genital, como la corioamnionitis, así como el aumento del riesgo de parto prematuro. Por otro lado, para el bebé, la RPM puede aumentar el riesgo de infecciones, problemas respiratorios, complicaciones durante el parto y necesidad de una estancia en la unidad de cuidados intensivos neonatales.

Ante la sospecha de RPM, es fundamental acudir de inmediato al médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuado. El diagnóstico se basa en la evaluación clínica, en la cual se analiza la historia médica de la embarazada, los síntomas y se realiza un examen físico. Además, pueden realizarse pruebas para determinar la presencia de líquido amniótico y la posible infección.

El tratamiento de la RPM depende de diversos factores, como la edad gestacional, los síntomas, la presencia de infección y las complicaciones que se presenten. En algunos casos, se puede optar por la espera vigilada, acompañada de antibióticos para prevenir infecciones. En otros casos, puede ser necesario inducir el parto de manera inmediata o realizar una cesárea.

La Ruptura Prematura de Membranas es una condición que puede presentarse durante el embarazo y que requiere atención médica inmediata. Si experimentas síntomas como la salida de líquido amniótico, debes acudir a tu médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.

Causas y factores de riesgo de la RPM.

La rotura prematura de membranas (RPM) es un evento que ocurre antes del inicio del parto y puede tener diversas causas y factores de riesgo. A continuación, se detallan algunas de las principales causas y factores de riesgo de la RPM.

Causas de la RPM:

  • Infecciones: Las infecciones del tracto genital, como la vaginosis bacteriana y la infección por estreptococo del grupo B, pueden aumentar el riesgo de RPM.
  • Debilitamiento de las membranas: El debilitamiento de las membranas que rodean al bebé puede llevar a su rotura prematura.
  • Distensión del útero: Cuando el útero se encuentra demasiado distendido, las membranas pueden romperse antes de tiempo. Esto puede ocurrir en embarazos múltiples o en casos de polihidramnios (exceso de líquido amniótico).
  • Desprendimiento placentario: El desprendimiento prematuro de la placenta puede provocar la rotura de las membranas.

Factores de riesgo de la RPM:

  • Embarazo múltiple: Las mujeres que esperan gemelos o múltiples tienen un mayor riesgo de sufrir RPM.
  • Infecciones genitales: Como se mencionó anteriormente, las infecciones genitales aumentan el riesgo de RPM.
  • Historial de RPM: Si una mujer ha experimentado RPM en embarazos anteriores, tiene un mayor riesgo de volver a sufrirla en futuros embarazos.
  • Fumar: El tabaquismo se asocia con un mayor riesgo de RPM.
  • Edad materna avanzada: Las mujeres mayores de 35 años tienen un mayor riesgo de RPM.
  • Deficiencia de colágeno: Algunas afecciones médicas, como la debilidad del tejido conectivo debido a una deficiencia de colágeno, pueden aumentar el riesgo de RPM.

Es importante tener en cuenta que estas son solo algunas de las causas y factores de riesgo de la RPM. Cada embarazo es único y puede haber otros factores involucrados. Si tienes preocupaciones o preguntas sobre tu embarazo, es importante consultar a tu médico para obtener más información y recibir el cuidado adecuado.

Síntomas de la RPM: cómo reconocerla.

La Retención de Programas Mentales (RPM) es una condición que afecta a muchas personas y se manifiesta de diferentes formas. A continuación, te presentamos algunos de los síntomas más comunes que pueden ayudarte a reconocer si estás experimentando esta condición:

  • Obsesión por pensamientos recurrentes: Si encuentras que ciertos pensamientos se repiten constantemente en tu mente y no puedes evitar pensar en ellos, esto podría ser un indicio de la RPM.
  • Dificultades para concentrarse: Si te cuesta mantener la atención en una tarea específica debido a que tu mente está constantemente ocupada por pensamientos no deseados, es posible que estés experimentando esta condición.
  • Ansiedad y preocupación excesiva: Si te encuentras constantemente preocupado/a por situaciones o eventos futuros, incluso cuando no hay razón para ello, es importante considerar que estos pensamientos negativos podrían ser parte de la RPM.
  • Cambios en el estado de ánimo: Si experimentas cambios bruscos en tu estado de ánimo sin una razón aparente, esto podría estar relacionado con los patrones de pensamiento de la RPM.
  • Sentimientos de culpa y autoexigencia: Si tienes pensamientos recurrentes de que no eres lo suficientemente bueno/a o de que has cometido errores irreparables, esto puede indicar la presencia de la RPM.
  • Trastornos del sueño: Si tienes dificultades para conciliar el sueño o para mantenerlo debido a que tu mente está constantemente activa, esto puede ser un signo de la RPM.
  • Aislamiento social: Si te encuentras evitando el contacto con otras personas debido a que los pensamientos negativos te consumen, es posible que estés experimentando la RPM.

Si presentas varios de estos síntomas, es importante buscar ayuda profesional para poder recibir un diagnóstico adecuado y encontrar estrategias de tratamiento para controlar la Retención de Programas Mentales.

¿Cuándo es urgente actuar ante una RPM?

Existen situaciones en las que es importante actuar rápidamente ante una RPM (Rotura Prematura de Membranas) para garantizar la salud y el bienestar tanto de la madre como del bebé. A continuación, te presentamos algunas de las circunstancias en las que se considera urgente actuar:

1. RPM antes de las 37 semanas de gestación

Si la rotura de membranas ocurre antes de las 37 semanas de embarazo, se considera prematura y debe ser evaluada y tratada de inmediato. Esto es especialmente importante porque el bebé aún no ha completado su desarrollo y puede presentar complicaciones si no se toman las medidas adecuadas.

2. Líquido amniótico con meconio

Si el líquido amniótico está teñido de meconio, es decir, si tiene un color verde o amarillo oscuro, puede ser señal de que el bebé ha evacuado sus intestinos dentro del útero. Esto puede indicar sufrimiento fetal y es necesario actuar rápidamente para evitar complicaciones.

3. Signos de infección

Si hay signos de infección en la madre, como fiebre, aumento de la frecuencia cardíaca o dolor abdominal, es fundamental actuar de manera urgente. La infección puede afectar tanto a la madre como al bebé, y requiere tratamiento inmediato para prevenir complicaciones graves.

4. Episodios frecuentes de contracciones

Si después de la rotura prematura de membranas la madre experimenta contracciones regulares y frecuentes, es importante actuar rápidamente. Esto puede indicar que el trabajo de parto ha comenzado y que el bebé está en camino. En este caso, es necesario acudir al hospital para recibir atención médica especializada y asegurar un parto seguro.

5. Ausencia de movimientos fetales

Si la madre deja de percibir los movimientos del bebé después de la rotura de membranas, se debe considerar como una situación urgente. La ausencia de movimientos fetales puede ser señal de sufrimiento fetal y requiere atención médica inmediata para garantizar la salud y el bienestar del bebé.

Si experimentas una RPM es importante estar atenta a cualquier señal de urgencia mencionada anteriormente. Si tienes dudas o preocupaciones, siempre es mejor consultar a un profesional de la salud para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados.

Pasos a seguir ante una RPM.

En caso de recibir una Reclamación por Pérdida de Mercancía (RPM), es importante seguir los siguientes pasos para resolver la situación de manera adecuada:

1. Verificar la reclamación.

Lo primero que debes hacer es revisar detenidamente la reclamación presentada por el cliente. Asegúrate de entender los motivos de la reclamación y los detalles específicos de la pérdida.

2. Recopilar evidencia.

Es fundamental contar con evidencia sólida para respaldar tu respuesta ante la RPM. Esto puede incluir fotografías, documentos de envío, información de seguimiento o cualquier otro elemento que pueda demostrar que cumpliste con tus responsabilidades.

3. Comunicarse con el cliente.

Una vez que hayas recopilado la evidencia necesaria, es importante establecer una comunicación clara y efectiva con el cliente. Explícale tus hallazgos y cómo planeas resolver la situación. Escucha atentamente sus inquietudes y preguntas, y proporciona respuestas claras y concisas.

4. Analizar la política de devoluciones y reembolsos.

Revisa detenidamente tu política de devoluciones y reembolsos para determinar los pasos a seguir. Dependiendo de la situación, es posible que debas ofrecer un reembolso completo, reenviar el producto o proporcionar otro tipo de compensación al cliente.

5. Tomar medidas para evitar futuras RPM.

Una vez que hayas resuelto la reclamación actual, es importante tomar medidas preventivas para evitar futuras RPM. Evalúa tus procesos de envío y entrega, mejora la comunicación con los clientes y considera implementar sistemas de seguimiento más eficientes.

6. Evaluar la situación.

Después de resolver la RPM, tómate el tiempo para evaluar la situación en su conjunto. Analiza qué salió mal y qué medidas podrías implementar para evitar situaciones similares en el futuro. Aprende de esta experiencia y busca formas de mejorar tu servicio y satisfacción al cliente.

Siguiendo estos pasos, podrás enfrentar de manera efectiva cualquier reclamación por pérdida de mercancía y mantener la confianza y satisfacción de tus clientes.

Complicaciones asociadas a la RPM.

Hemorragia prenatal:

Una de las complicaciones más graves asociadas a la rotura prematura de membranas es la hemorragia prenatal. Esto ocurre cuando hay una ruptura de los vasos sanguíneos en el útero o en la placenta, lo que puede ocasionar un sangrado abundante. Esta situación puede ser peligrosa tanto para la madre como para el feto, ya que puede afectar el suministro de oxígeno y nutrientes al bebé.

Infección intrauterina:

Otra complicación común de la RPM es la infección intrauterina, también conocida como corioamnionitis. Esto ocurre cuando las bacterias presentes en la vagina ascienden hacia el útero a través de la ruptura de membranas. Esta infección puede provocar fiebre, dolor abdominal, contracciones uterinas y riesgo de parto prematuro. Además, si no se trata adecuadamente, puede tener consecuencias graves tanto para la madre como para el bebé.

Problemas respiratorios en el recién nacido:

La RPM también puede ocasionar problemas respiratorios en el recién nacido. Esto se debe a que el líquido amniótico es esencial para el desarrollo de los pulmones del feto, ya que ayuda a que estos se expandan y se desarrollen correctamente. Si el bebé nace con una exposición prolongada al aire debido a la rotura prematura de membranas, puede experimentar dificultades para respirar y requerir asistencia respiratoria.

Parto prematuro:

La rotura prematura de membranas aumenta significativamente el riesgo de parto prematuro, es decir, antes de las 37 semanas de gestación. Esto puede ocasionar complicaciones tanto para la madre como para el bebé. Los bebés nacidos prematuramente suelen tener un mayor riesgo de problemas de salud, como dificultades respiratorias, problemas de alimentación, infecciones y problemas neurológicos.

Prolapso del cordón umbilical:

En algunos casos, la RPM puede llevar al prolapso del cordón umbilical. Esto ocurre cuando el cordón umbilical desciende por el canal de parto antes que el bebé, lo que puede comprimirlo y dificultar el flujo de sangre y oxígeno. Esta es una situación de emergencia que requiere atención médica inmediata, ya que puede poner en peligro la vida del bebé.

Diagnóstico y pruebas para confirmar la RPM.

El diagnóstico y las pruebas para confirmar la RPM (Rotura Prematura de Membranas) son fundamentales para determinar si una mujer embarazada está experimentando una rotura de membranas antes del inicio del trabajo de parto. Estas pruebas son importantes ya que una rotura prematura de membranas puede aumentar el riesgo de infección y complicaciones tanto para la madre como para el bebé.

Síntomas y examen inicial

El médico puede sospechar de una RPM si la mujer embarazada experimenta ciertos síntomas, como la salida de líquido vaginal claro o ligeramente amarillento, que puede ser continuo o intermitente. En este caso, es importante realizar un examen inicial para determinar si se trata de una rotura de membranas.

El examen inicial puede incluir:

  • Observación de los síntomas y antecedentes médicos de la paciente.
  • Examen físico, que puede incluir un examen vaginal para verificar la presencia de líquido amniótico.
  • Análisis de la muestra de líquido vaginal para detectar la presencia de líquido amniótico.

Pruebas adicionales

Si el examen inicial sugiere una posible rotura prematura de membranas, es posible que se requieran pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico. Estas pruebas pueden incluir:

  1. Amniocentesis: una técnica en la que se extrae una muestra de líquido amniótico para analizar su contenido y determinar si el líquido proviene de la ruptura de las membranas.
  2. Prueba de la "nitrazina": una tira de papel se impregna con líquido vaginal y, si el líquido es alcalino (pH mayor de 7), puede indicar la presencia de líquido amniótico.
  3. Ecocardiografía: una ecografía para evaluar la cantidad de líquido amniótico presente en la cavidad uterina.
  4. Examen de ultrasonido: se puede utilizar para evaluar el cuello uterino y las membranas para determinar si hay signos de rotura.

Es fundamental que estas pruebas sean realizadas por un profesional de la salud calificado, quien evaluará los resultados y brindará un diagnóstico preciso. En algunos casos, puede ser necesario realizar un seguimiento continuo para confirmar o descartar la presencia de una rotura prematura de membranas.

Tratamiento de la RPM: opciones y consideraciones.

La retinopatía del prematuro (RPM) es una enfermedad ocular que afecta a los bebés prematuros y puede causar pérdida de visión o incluso ceguera. El tratamiento de la RPM es crucial para prevenir o controlar los daños en la retina y garantizar el desarrollo visual adecuado del bebé.

Existen varias opciones y consideraciones importantes a tener en cuenta al tratar la RPM:

1. Observación y monitorización:

En algunos casos leves de RPM, el médico puede optar por una estrategia de observación y monitorización continua. Esto implica realizar exámenes periódicos de la retina para evaluar la progresión de la enfermedad. Si la RPM empeora, puede ser necesario iniciar un tratamiento más agresivo.

2. Fotocoagulación láser:

La fotocoagulación láser es una técnica utilizada para tratar la RPM severa. Consiste en utilizar un láser de alta energía para aplicar pequeñas quemaduras controladas en la retina. Estas quemaduras ayudan a sellar los vasos sanguíneos anormales y detener la progresión de la enfermedad.

3. Crioterapia:

La crioterapia es otra opción de tratamiento para la RPM severa. Consiste en aplicar frío extremo a través de una sonda especial en la retina. Esto ayuda a destruir los vasos sanguíneos anormales y detener su crecimiento.

4. Inyección de fármacos anti-VEGF:

En algunos casos de RPM, se pueden administrar inyecciones de fármacos anti-VEGF (factor de crecimiento endotelial vascular) directamente en el ojo del bebé. Estos fármacos ayudan a bloquear el crecimiento anormal de los vasos sanguíneos y reducir la inflamación en la retina.

5. Cirugía:

En casos muy graves de RPM que no responden a otros tratamientos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. La cirugía puede implicar la extirpación de la retina afectada y su reemplazo con tejido sano de otras áreas del ojo.

En todos los casos de tratamiento de la RPM, es crucial contar con un equipo médico especializado y experimentado en el cuidado de los bebés prematuros y en el tratamiento de enfermedades oculares pediátricas. Además, se requiere un seguimiento a largo plazo para evaluar la evolución y el desarrollo visual del niño.

Cuidados posteriores a la RPM: recomendaciones y seguimiento médico.

Después de someterse a una rotura prematura de membranas (RPM), es importante seguir ciertas recomendaciones y realizar un adecuado seguimiento médico para asegurar una recuperación completa y evitar complicaciones.

Recomendaciones post-RPM:

  • Descanso: Después de la RPM, es importante descansar lo más posible para permitir que el cuerpo se recupere. Se recomienda evitar actividades físicas extenuantes y mantenerse en reposo, preferiblemente acostada de lado.
  • Higiene personal: Mantener una buena higiene personal es esencial para prevenir infecciones. Se recomienda tomar duchas en lugar de baños de inmersión y utilizar jabones suaves y sin fragancias. Además, se debe evitar introducir cualquier objeto en la vagina para reducir el riesgo de infección.
  • Vigilancia de síntomas: Es importante estar atenta a cualquier síntoma que pueda indicar una complicación post-RPM, como fiebre, dolor abdominal intenso, flujo vaginal con mal olor o cambios en la cantidad o color del líquido amniótico restante. En caso de presentar alguno de estos síntomas, se debe contactar de inmediato al médico.
  • Evitar relaciones sexuales: Se recomienda abstenerse de tener relaciones sexuales hasta que el médico lo indique. Esto ayudará a prevenir infecciones y posibles complicaciones.
  • Alimentación saludable: Seguir una dieta equilibrada y saludable es fundamental para promover una buena recuperación. Se recomienda consumir alimentos ricos en nutrientes, como frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros.

Seguimiento médico:

Después de una RPM, es necesario realizar un seguimiento médico regular para evaluar el progreso de la recuperación y detectar posibles complicaciones a tiempo. El médico puede solicitar pruebas adicionales, como análisis de sangre, cultivos cervicales o ecografías, para evaluar el estado del líquido amniótico restante y detectar posibles infecciones.

El seguimiento médico puede incluir visitas regulares al médico o a un especialista en obstetricia y ginecología. Durante estas visitas, el médico realizará un examen físico, evaluará los síntomas y brindará recomendaciones adicionales según sea necesario. También se pueden prescribir medicamentos, como antibióticos, si hay evidencia de infección o se considera necesario para prevenir una infección.

Es importante seguir todas las indicaciones y recomendaciones del médico durante el seguimiento post-RPM para asegurar una recuperación adecuada y minimizar el riesgo de complicaciones.

Prevención de la RPM: consejos y medidas a tomar.

La resistencia a la penetración de malware (RPM) es un tema crucial en la seguridad informática. Para evitar las vulnerabilidades y proteger tu sistema contra posibles ataques, es importante tomar medidas preventivas. Aquí te presentamos algunos consejos y medidas que puedes tomar:

1. Mantén tus sistemas actualizados

Es fundamental mantener actualizado el software y los sistemas operativos para proteger tu sistema contra las vulnerabilidades conocidas. Asegúrate de instalar todas las actualizaciones y parches de seguridad disponibles.

2. Utiliza un antivirus confiable

Un buen programa antivirus puede detectar y eliminar el malware antes de que cause daño en tu sistema. Asegúrate de utilizar una solución antivirus confiable y manténlo actualizado para protegerte de las amenazas actuales.

3. Ejecuta análisis periódicos de tu sistema

Realiza análisis de seguridad periódicos en tu sistema para detectar y eliminar posibles amenazas. Utiliza programas anti-malware confiables para escanear tu sistema en busca de archivos y programas maliciosos.

4. Asegura tu red

Utiliza una conexión segura y protege tu red con contraseñas robustas y cifrado. Cambia las contraseñas de forma regular y utiliza una combinación de letras, números y caracteres especiales.

5. Ten cuidado al descargar archivos y abrir enlaces

Evita descargar archivos de fuentes no confiables y ten cuidado al hacer clic en enlaces sospechosos o desconocidos. Verifica siempre la fuente antes de descargar cualquier archivo y utiliza enlaces de confianza.

6. Mantén copias de seguridad

Hacer copias de seguridad regulares de tus archivos importantes es esencial para proteger tus datos. En caso de un ataque de malware, podrás restaurar tu sistema desde una copia de seguridad sin perder información valiosa.

7. Educa a los usuarios

La educación y la concientización son fundamentales para prevenir la RPM. Enseña a los usuarios sobre las prácticas seguras en línea, como no abrir correos electrónicos sospechosos o hacer clic en enlaces desconocidos.

Implementar estas medidas y consejos puede ayudarte a prevenir la RPM y mantener tu sistema seguro. Recuerda que la seguridad informática es un esfuerzo continuo y que siempre debes estar al tanto de las últimas amenazas y soluciones de seguridad.

Testimonios de mujeres que han vivido una RPM.

A continuación, te presentamos algunos testimonios reales de mujeres que han experimentado una Ruptura Prematura de Membranas (RPM). Estas experiencias te darán una idea de cómo se vive este evento y cómo afecta la vida de las mujeres que lo experimentan.

Testimonio 1: María

“Cuando experimenté una RPM, fue una experiencia totalmente inesperada y aterradora. Estaba en la semana 34 de mi embarazo y de repente sentí un chorro de líquido salir de mí. En ese momento, supe que algo no iba bien y me asusté mucho. Fui al hospital de inmediato y me confirmaron que había tenido una RPM. Afortunadamente, pudieron controlar la situación y mi bebé nació prematuro pero sano. Fue un proceso duro y lleno de incertidumbre, pero hoy en día mi hijo está bien y eso es lo más importante.”

Testimonio 2: Laura

“Mi RPM ocurrió en la semana 36 de mi embarazo. Fue una situación muy estresante porque no tenía idea de lo que estaba sucediendo. Me preocupaba mucho por la salud de mi bebé y por cómo afectaría su desarrollo nacer tan prematuramente. Afortunadamente, los médicos lograron controlar la situación y mi bebé nació bien. Ha pasado tiempo desde entonces y mi hijo ha crecido saludablemente, aunque ha necesitado algunos cuidados extras durante sus primeros meses de vida.”

Testimonio 3: Ana

“Cuando tuve mi RPM, estaba en la semana 30 de mi embarazo. Fue un momento de mucho miedo y angustia. Tuve que ser ingresada en el hospital y pasar varias semanas allí antes de que mi bebé pudiese nacer. Fue un proceso largo y difícil, pero los médicos me dieron todo el apoyo necesario. Afortunadamente, mi bebé nació sano y ha ido creciendo sin complicaciones. Fue una experiencia que nunca olvidaré, pero estoy agradecida de que todo haya salido bien al final.”

Estos testimonios son solo ejemplos de las experiencias que pueden vivir las mujeres que experimentan una RPM. Cada caso es único, pero es importante destacar que contar con atención médica adecuada y un seguimiento cuidadoso puede marcar la diferencia en el resultado final. Si alguna vez te encuentras en esta situación, recuerda comunicarte con tu médico de inmediato para recibir la ayuda necesaria.

Preguntas frecuentes

1. ¿Cuáles son los síntomas de la ruptura prematura de membranas?

Los síntomas más comunes son la pérdida de líquido amniótico por la vagina y la sensación de humedad.

2. ¿Qué debo hacer si sospecho que tengo una ruptura prematura de membranas?

Debes contactar de inmediato a tu médico o acudir al hospital para que te evalúen y confirmen la ruptura.

3. ¿Cuáles son los riesgos asociados a la ruptura prematura de membranas?

Los principales riesgos son la infección intrauterina, el parto prematuro y la falta de líquido amniótico para proteger al bebé.

4. ¿Cuál es el tratamiento para la ruptura prematura de membranas?

El tratamiento puede incluir reposo en cama, antibióticos para prevenir infecciones y monitoreo frecuente del bebé.

5. ¿Cuándo debo ir al hospital si tengo una ruptura prematura de membranas?

Debes ir al hospital de inmediato si tienes sangrado vaginal, fiebre, contracciones regulares o si no sientes movimientos fetales.

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