40 semanas de embarazo y el bebé aún no llega: Descubre los posibles motivos y cómo actuar

El embarazo es una etapa emocionante y llena de expectativas para las futuras mamás. Sin embargo, algunas mujeres pueden llegar a las 40 semanas de gestación sin experimentar signos de parto y estarán ansiosas por conocer los posibles motivos de este retraso. Exploraremos las razones por las que un bebé puede tardar en llegar a término y cómo se puede actuar en esta situación.

A lo largo de este artículo, analizaremos las causas más comunes de un embarazo prolongado y las diferentes opciones que pueden tomar las mujeres en caso de llegar a la fecha límite sin señales de parto. También abordaremos las recomendaciones médicas y los posibles procedimientos que pueden ayudar a estimular el inicio del trabajo de parto. Además, daremos consejos prácticos para mantener la calma y cuidar tanto de la madre como del bebé mientras se espera la llegada del tan ansiado momento del parto.

Índice

¿Qué es la gestación y qué significa alcanzar las 40 semanas?

La gestación es el proceso en el cual una mujer lleva a un bebé en su útero y lo alimenta hasta que esté listo para nacer. Normalmente, la gestación humana dura aproximadamente 40 semanas, lo que se considera a término completo.

Etapa por etapa

A lo largo de las 40 semanas de gestación, el cuerpo de la mujer experimenta numerosos cambios físicos y hormonales para poder albergar y nutrir al bebé en desarrollo.

En las primeras semanas, suceden eventos clave como la fertilización del óvulo por el espermatozoide y la implantación del óvulo fertilizado en el revestimiento del útero. Durante este tiempo, el embrión se divide rápidamente y se forman los órganos y sistemas básicos del cuerpo.

A medida que avanza la gestación, el feto continúa creciendo y desarrollándose. En las semanas intermedias, se forman y fortalecen los órganos vitales, como los pulmones, el corazón y el cerebro. El bebé también comienza a moverse y se desarrollan sus rasgos faciales distintivos.

En las últimas semanas, el feto se prepara para el nacimiento. El bebé se posiciona en la pelvis de la madre y los órganos están completamente desarrollados. Además, la madre puede empezar a experimentar los primeros signos de parto, como contracciones regulares y dilatación del cuello uterino.

Importancia de llegar a las 40 semanas

Alcanzar las 40 semanas de gestación se considera óptimo para el desarrollo del bebé. Durante este tiempo, el bebé tiene tiempo suficiente para crecer y madurar completamente, lo que mejora sus posibilidades de tener un buen estado de salud al nacer.

Si el bebé nace antes de las 37 semanas, se considera un parto prematuro. Los bebés prematuros pueden enfrentar una serie de complicaciones, como dificultades respiratorias, problemas de alimentación y digestión, y problemas neurológicos. Es por esto que los médicos recomiendan que los bebés completen las 40 semanas de gestación siempre que sea posible.

La gestación es el proceso en el cual una mujer lleva a un bebé en su útero hasta que esté listo para nacer. Alcanzar las 40 semanas de gestación es importante para el desarrollo óptimo del bebé y para reducir el riesgo de complicaciones asociadas con el parto prematuro.

¿Qué factores podrían retrasar el parto más allá de las 40 semanas?

En la mayoría de los casos, el embarazo dura aproximadamente 40 semanas. Sin embargo, es posible que algunas mujeres experimenten un retraso en el parto y continúen llevando a su bebé más allá de las 40 semanas. Existen varios factores que pueden contribuir a este retraso, incluyendo:

1. Errores en la fecha de concepción o cálculo de la fecha de parto

A veces, es posible que se haya producido un error en la fecha de concepción o en el cálculo de la fecha de parto. Esto puede deberse a varios factores, como ciclos menstruales irregulares o falta de información precisa sobre la fecha de la última menstruación. Si la fecha de parto se calcula incorrectamente, es posible que el parto se retrase más allá de las 40 semanas.

2. Genética

La genética puede desempeñar un papel en la duración del embarazo. Algunas mujeres tienen una predisposición genética a llevar a sus bebés más allá de las 40 semanas. Esto puede deberse a variaciones en los genes responsables de la maduración y el inicio del trabajo de parto.

3. Factores relacionados con el bebé

En algunos casos, el propio bebé puede contribuir al retraso en el parto. Por ejemplo, si el bebé es más grande de lo normal (macrosomía fetal), es posible que el parto se retrase. Asimismo, si el bebé está en una posición anormal, como en una posición transversal o de nalgas, puede ser necesario esperar a que el bebé cambie de posición antes de inducir el parto.

4. Complicaciones del embarazo

En ocasiones, las complicaciones del embarazo pueden llevar a un retraso en el parto. Por ejemplo, si la madre desarrolla preeclampsia o diabetes gestacional, es posible que los médicos prefieran esperar hasta que la madre esté lo más cerca posible a las 40 semanas antes de inducir el parto.

5. Estilo de vida de la madre

El estilo de vida de la madre también puede influir en la duración del embarazo. Por ejemplo, si la madre fuma durante el embarazo, es más probable que el parto se retrase. Asimismo, si la madre está sometida a un alto nivel de estrés o no sigue una dieta equilibrada, esto también puede afectar la duración del embarazo.

Existen varios factores que pueden contribuir a un retraso en el parto más allá de las 40 semanas. Si tienes alguna preocupación acerca de la duración de tu embarazo, es importante que consultes a tu médico para recibir una evaluación adecuada y el seguimiento necesario.

¿Cuáles son los síntomas que indican que el bebé aún no está listo para nacer?

Es importante que los padres estén atentos a los signos y síntomas que indiquen que el bebé aún no está listo para nacer. Estos síntomas pueden variar de una mujer a otra, pero algunos de los más comunes son:

  • Dolor abdominal: si la mujer experimenta dolores abdominales regulares y persistentes, puede ser una señal de que el bebé aún no está listo para nacer.
  • Contracciones irregulares: si la mujer tiene contracciones antes de la semana 37 de embarazo y no siguen un patrón regular, es posible que el bebé no esté listo para nacer.
  • Pérdida de líquido amniótico: si la mujer experimenta una ruptura de la bolsa de líquido amniótico antes de la semana 37 de embarazo, es importante buscar atención médica de inmediato, ya que esto puede indicar que el bebé aún no está listo para nacer.
  • Sangrado vaginal: si la mujer presenta sangrado vaginal antes de la semana 37 de embarazo, debe comunicarse con su médico, ya que esto puede indicar que el bebé aún no está listo para nacer.
  • Presión arterial alta: si la mujer tiene una presión arterial alta antes de la semana 37 de embarazo, puede ser una señal de que el bebé no está listo para nacer.
  • Movimiento fetal reducido: si la mujer nota que los movimientos del bebé son menos frecuentes o menos intensos de lo normal antes de la semana 37 de embarazo, es importante comunicárselo a su médico.

Es fundamental que la mujer consulte a su médico ante la presencia de cualquiera de estos síntomas, ya que pueden indicar que el bebé aún no está listo para nacer. El médico evaluará la situación y determinará si se deben tomar medidas para evitar un parto prematuro.

Posibles motivos por los que el bebé no ha llegado aún: retraso en el desarrollo fetal, falta de señales hormonales para iniciar el parto, entre otros.

Es normal que las mujeres embarazadas estén ansiosas por conocer cuándo llegarán sus bebés. Sin embargo, a veces el bebé no llega tan pronto como se espera. Aquí vamos a explorar algunos posibles motivos por los que el bebé no ha llegado aún.

Retraso en el desarrollo fetal

Uno de los motivos más comunes por los que el bebé no ha llegado aún es que su desarrollo fetal se ha retrasado. Cada embarazo es único y el tiempo de gestación puede variar. Algunos bebés simplemente necesitan más tiempo en el útero para completar su desarrollo antes de estar listos para nacer.

Es importante recordar que el embarazo a término se considera entre las semanas 37 y 42. Si el bebé no ha llegado aún y se encuentra dentro de este rango, es posible que solo necesite un poco más de tiempo para estar listo.

Falta de señales hormonales para iniciar el parto

El inicio del parto está regulado por una serie de señales hormonales que se producen tanto en la madre como en el bebé. Estas señales hormonales indican que el bebé está listo para nacer y ayudan a desencadenar el proceso del parto.

En algunos casos, estas señales hormonales pueden no estar presentes o no ser lo suficientemente fuertes para iniciar el parto. Esto puede deberse a una serie de factores, como un desequilibrio hormonal o una falta de maduración adecuada del bebé.

Otros posibles motivos

Además de los motivos mencionados anteriormente, existen otros factores que pueden contribuir a que el bebé no haya llegado aún:

  • Fecha de concepción incorrecta: la fecha de concepción puede no estar calculada con precisión, lo que hace que la fecha estimada de parto sea incorrecta.
  • Complicaciones en el embarazo: ciertas complicaciones en el embarazo, como preeclampsia o diabetes gestacional, pueden hacer que sea necesario inducir el parto antes de la fecha estimada.
  • Problemas en la placenta: si la placenta no está funcionando correctamente, puede afectar el crecimiento y desarrollo del bebé, lo que puede retrasar su llegada.

Es importante recordar que cada embarazo es diferente y que el tiempo de gestación puede variar. Si el bebé no ha llegado aún y estás preocupada, lo mejor es comunicarte con tu médico para recibir orientación y seguimiento adecuados.

Fuentes:

  1. https://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/pregnancy-week-by-week/expert-answers/overdue-pregnancy/faq-20458315
  2. https://americanpregnancy.org/while-pregnant/overdue-pregnancy/
  3. https://www.healthline.com/health/pregnancy/overdue-pregnancy

Inducción del parto: ¿en qué consiste y cuándo se recomienda?

La inducción del parto es un procedimiento médico en el cual se utilizan diferentes métodos para iniciar las contracciones uterinas y así iniciar el proceso de trabajo de parto de manera artificial. Esta técnica se realiza cuando el médico considera que es necesario adelantar el parto por diferentes razones.

¿Cuándo se recomienda la inducción del parto?

Existen diferentes situaciones en las cuales se puede recomendar la inducción del parto. Algunas de estas situaciones pueden incluir:

  • Embarazo postérmino: cuando el embarazo ha superado las 42 semanas.
  • Presencia de condiciones médicas en la madre, como la diabetes gestacional no controlada o la hipertensión arterial.
  • Complicaciones en el embarazo, como la pérdida de líquido amniótico o el retraso en el crecimiento fetal.
  • Rotura prematura de membranas: cuando las membranas que rodean al bebé se rompen antes de que comiencen las contracciones.
  • Alteraciones en los resultados de los exámenes de bienestar fetal.

Es importante tener en cuenta que la decisión de inducir el parto debe ser tomada por un médico, quien evaluará cada caso de manera individual y considerará los riesgos y beneficios de este procedimiento.

Cómo actuar si el bebé no ha llegado a las 40 semanas: seguir las indicaciones médicas, controlar el bienestar fetal, etc.

Aunque la duración promedio de un embarazo suele ser de 40 semanas, existen casos en los que el bebé no ha llegado a término. En estos casos, es importante seguir las indicaciones médicas y tomar ciertas precauciones para asegurar el bienestar del bebé y la madre.

1. Consultar con el médico

Si el bebé no ha llegado a las 40 semanas, es importante consultar con el médico para evaluar la situación y determinar el mejor curso de acción. El médico podrá realizar exámenes y pruebas para asegurarse de que el bebé se encuentre bien y tomará decisiones basadas en las necesidades específicas de cada embarazo.

2. Controlar el bienestar fetal

Durante este período, es esencial controlar el bienestar del bebé a través de pruebas como monitoreo fetal y ultrasonidos. Estos exámenes permiten evaluar la salud y el desarrollo del bebé, asegurando que esté recibiendo suficiente oxígeno y nutrientes.

3. Seguir las indicaciones médicas

Es fundamental seguir las indicaciones médicas al pie de la letra. Estas pueden incluir cambios en la dieta, restricciones de actividad física, administración de medicamentos o incluso la recomendación de realizar un parto inducido o una cesárea en casos necesarios.

4. Mantener un registro de los movimientos del bebé

Es importante estar atenta a los movimientos del bebé y mantener un registro de ellos. Cualquier cambio significativo en la actividad fetal o la falta de movimientos debe ser comunicado al médico de inmediato.

5. Prepararse para el parto

Aunque el bebé no haya llegado a las 40 semanas, es importante estar preparada para el parto. Esto implica tener la bolsa de hospital lista, contar con un plan de parto flexible y discutir las opciones de parto con el médico.

6. Mantener una actitud positiva

Es normal sentir ansiedad ante la posibilidad de un parto prematuro, pero es importante mantener una actitud positiva y confiar en el equipo médico. Muchas veces, los bebés que nacen antes de tiempo tienen un excelente pronóstico y reciben la atención necesaria en el hospital.

7. Obtener apoyo emocional

Ante la incertidumbre y el estrés, es importante buscar apoyo emocional. Hablar con familiares, amigos o incluso un profesional de la salud mental puede ayudar a sobrellevar las emociones y mantener una mentalidad positiva.

Si el bebé no ha llegado a las 40 semanas, es fundamental seguir las indicaciones médicas, controlar el bienestar fetal, prepararse para el parto y mantener una actitud positiva. Con el cuidado adecuado, la mayoría de los bebés que nacen antes de tiempo tienen un excelente pronóstico y crecen sanos y felices.

Alternativas naturales para favorecer el inicio del parto de manera segura.

El inicio del parto es un momento crucial en la vida de una mujer embarazada. Aunque el proceso suele iniciarse de forma espontánea, en algunos casos puede ser necesario utilizar métodos para favorecer su inicio de manera segura.

1. Acupuntura:

La acupuntura es una técnica que utiliza la inserción de agujas en puntos específicos del cuerpo para promover la estimulación y el flujo de energía. En el caso del inicio del parto, la acupuntura puede ser utilizada para estimular los puntos que ayudan a dilatar el cuello uterino y favorecer las contracciones.

2. Masaje perineal:

El masaje perineal consiste en masajear suavemente el área entre la vagina y el ano con el objetivo de preparar y flexibilizar el periné para el parto. Este masaje puede realizarse con aceite de almendras o oliva a partir de las 34 semanas de embarazo.

3. Reflexología:

La reflexología es una terapia que se basa en la estimulación de puntos específicos en los pies para promover la curación y el bienestar en diferentes partes del cuerpo. En el caso del inicio del parto, se pueden aplicar técnicas de reflexología en puntos relacionados con el útero y los órganos reproductivos.

4. Ejercicio:

Realizar ejercicio físico de manera regular durante el embarazo puede ayudar a preparar el cuerpo para el parto. Actividades como caminar, nadar o practicar yoga prenatal pueden ayudar a fortalecer los músculos del útero y promover el inicio del parto de manera natural.

5. Remedios naturales:

Existen diversos remedios naturales que pueden ayudar a favorecer el inicio del parto de manera segura. Algunas opciones incluyen el consumo de infusiones de hojas de frambuesa, la ingesta de alimentos ricos en vitamina C como la piña o el consumo de semillas de hinojo, que se ha utilizado tradicionalmente para estimular las contracciones uterinas.

Es importante tener en cuenta que antes de utilizar cualquiera de estas alternativas naturales, es fundamental consultar con un profesional de la salud, como un médico o una matrona, para asegurarse de que no existen contraindicaciones o riesgos para la madre y el bebé. Cada mujer y cada embarazo son únicos, por lo que es fundamental recibir una atención personalizada y adecuada a cada situación.

La importancia de la paciencia y la gestión emocional durante este período de espera.

En momentos de espera, como el que estamos viviendo actualmente, es fundamental aprender a manejar nuestras emociones y cultivar la paciencia. La incertidumbre y la ansiedad pueden ser abrumadoras, pero es importante recordar que esta espera también puede ser una oportunidad para crecer y fortalecernos emocionalmente.

La paciencia es una cualidad valiosa que nos permite mantener la calma y la serenidad frente a situaciones difíciles. Nos ayuda a aceptar y adaptarnos a los tiempos y circunstancias que no podemos controlar, como en este caso, la espera de noticias o eventos importantes.

Una forma de cultivar la paciencia es practicar la atención plena o mindfulness. Esto implica estar consciente del momento presente y aceptar lo que está sucediendo sin juzgarlo ni tratar de cambiarlo. Cuando estamos demasiado enfocados en el futuro y las cosas que están fuera de nuestro control, nos volvemos impacientes y ansiosos. Pero si nos concentramos en el aquí y ahora, podemos disfrutar del momento y encontrar paz interior.

Otra estrategia importante es la gestión emocional. Durante la espera, es natural que experimentemos una amplia gama de emociones, desde la esperanza y la ilusión hasta la frustración y la tristeza. Es esencial dar espacio a estas emociones y permitirnos sentirlas sin juzgarnos a nosotros mismos. Sin embargo, también es importante no dejarnos llevar por ellas, ya que esto puede llevarnos a decisiones impulsivas o a un estado emocional negativo.

Para gestionar nuestras emociones de manera saludable, es útil practicar técnicas de relajación, como la respiración profunda o la meditación. También podemos buscar actividades que nos ayuden a distraernos y mantenernos ocupados, como la práctica de ejercicio físico, la lectura o la realización de hobbies. El mantenernos activos física y mentalmente nos ayudará a mantener una perspectiva positiva y a reducir el estrés durante la espera.

La paciencia y la gestión emocional son dos habilidades fundamentales para sobrellevar de manera saludable los períodos de espera. Cultivar la paciencia nos permite aceptar y adaptarnos a las circunstancias que no podemos controlar, mientras que la gestión emocional nos ayuda a manejar las diferentes emociones que surgen durante este período. Recuerda que esta espera también puede ser una oportunidad para crecer y fortalecerte emocionalmente. ¡Mantén la calma y sigue adelante!

¿Qué hacer si el parto se prolonga más allá de las 42 semanas?

Existen ocasiones en las que el parto puede prolongarse más allá de las 42 semanas de gestación. Esto puede generar preocupación en la madre y en el equipo médico, ya que se considera que el embarazo está postérmino. En estos casos, es importante tomar ciertas medidas para asegurar la salud y bienestar tanto de la madre como del bebé.

A continuación, se presentan algunas recomendaciones para manejar un parto prolongado:

1. Monitoreo frecuente del bienestar fetal

Es fundamental realizar un monitoreo frecuente del bienestar fetal cuando el parto se prolonga más allá de las 42 semanas. Esto se puede hacer a través de pruebas como la monitorización electrónica fetal o la ecografía. Estas pruebas ayudarán a determinar si el bebé está recibiendo suficiente oxígeno y si se encuentra en buena salud. En caso de que se detecten problemas, se podrían tomar decisiones para inducir el parto o realizar una cesárea.

2. Inducción del parto

Si el parto se prolonga más allá de las 42 semanas, es posible que se recomiende la inducción del parto. La inducción consiste en estimular el inicio de las contracciones de forma artificial. Se pueden utilizar diferentes métodos, como la administración de prostaglandinas o la ruptura artificial de las membranas, para ayudar a que el trabajo de parto comience. La decisión de realizar una inducción dependerá de la situación específica de cada embarazo y de la evaluación del equipo médico.

3. Seguimiento estrecho durante el trabajo de parto

Durante el trabajo de parto, es importante que el equipo médico realice un seguimiento estrecho de la madre y del bebé. Se deben monitorear los signos vitales de la madre, así como la frecuencia cardíaca del bebé. Además, se debe evaluar el progreso del trabajo de parto y estar atentos a cualquier señal de complicación. En caso de que surja alguna situación de riesgo, se podrían tomar medidas adicionales, como la realización de una cesárea de emergencia.

4. Apoyo emocional

Un parto prolongado puede generar ansiedad y estrés tanto en la madre como en el equipo médico. Es importante brindar un apoyo emocional adecuado durante este proceso. Esto puede incluir la presencia de un acompañante de confianza, el uso de técnicas de relajación y el fomento de un ambiente tranquilo y seguro. El apoyo emocional contribuirá a que la madre se sienta más tranquila y en control durante el parto.

Cuando el parto se prolonga más allá de las 42 semanas, es necesario tomar ciertas medidas para garantizar la salud y bienestar de la madre y del bebé. El monitoreo frecuente del bienestar fetal, la inducción del parto, el seguimiento estrecho durante el trabajo de parto y el apoyo emocional son aspectos fundamentales en el manejo de esta situación. Recuerda que cada embarazo es único y que la decisión sobre cómo manejar un parto prolongado debe ser tomada en consulta con el equipo médico.

Recomendaciones para reducir el estrés y la ansiedad durante la espera del bebé.

La espera del bebé puede ser un momento emocionante, pero también puede generar estrés y ansiedad en los futuros padres. A continuación, te presentamos algunas recomendaciones para reducir estos síntomas y disfrutar de esta etapa al máximo:

1. Practicar técnicas de relajación

La práctica regular de técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda, puede ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad. Dedica al menos unos minutos al día para conectarte contigo mismo y encontrar la calma interior.

2. Establecer una rutina de ejercicio

Realizar actividad física regularmente no solo te ayudará a mantener un estado físico saludable durante el embarazo, sino que también liberará endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad. Elige una actividad que te guste y que esté adaptada a tu estado, como caminar, nadar o practicar yoga prenatal.

3. Compartir tus emociones

Es normal sentir todo tipo de emociones durante la espera del bebé, desde la alegría y la ilusión hasta el miedo y la preocupación. Comparte tus emociones con tu pareja, familiares o amigos cercanos. Si sientes que la ansiedad te está desbordando, no dudes en buscar apoyo profesional en forma de terapia psicológica.

4. Establecer una red de apoyo

Contar con una red de apoyo durante la espera del bebé puede ser fundamental para reducir el estrés y la ansiedad. Habla con otras madres o padres, únete a grupos de apoyo o participa en clases de preparación al parto. Compartir experiencias y recibir consejos de personas que están pasando por lo mismo que tú puede resultar muy reconfortante.

5. Cuidar tu alimentación

Una alimentación equilibrada y saludable es fundamental durante el embarazo. Además, algunos alimentos, como los ricos en triptófano (como el pavo, la avena o los plátanos) y los ricos en ácidos grasos omega-3 (como el salmón y las nueces), pueden ayudar a reducir el estrés y mejorar tu estado de ánimo.

6. Descansar y dormir adecuadamente

El descanso adecuado y un sueño reparador son fundamentales durante el embarazo. Intenta establecer una rutina de sueño regular, duerme las horas necesarias y utiliza técnicas de relajación antes de acostarte, como tomar un baño caliente o leer un libro. Además, si sientes que necesitas descansar durante el día, no dudes en hacer siestas cortas.

7. Evitar la sobrecarga de tareas

Durante la espera del bebé, es importante que aprendas a delegar y a decir "no" cuando sea necesario. No te sobrecargues de tareas y prioriza aquellas que sean realmente importantes. Recuerda que tu bienestar emocional es fundamental tanto para ti como para tu bebé.

8. Mantener una actitud positiva

Aunque es normal tener preocupaciones durante la espera del bebé, trata de mantener una actitud positiva y confiar en ti misma. Recuerda que estás preparada para esta nueva etapa y que contarás con el apoyo de tu pareja y de tu familia. Visualiza el momento del parto y la llegada de tu bebé como un momento lleno de amor y felicidad.

La espera del bebé puede generar estrés y ansiedad, pero siguiendo estas recomendaciones podrás reducir estos síntomas y disfrutar de esta etapa tan especial de tu vida.

Preguntas frecuentes

1. ¿Es normal que el bebé no llegue a las 40 semanas de embarazo?

Sí, es completamente normal que el bebé no llegue a las 40 semanas de embarazo. Algunos bebés pueden nacer antes o después de esta fecha.

2. ¿Cuáles son los posibles motivos de que el bebé no llegue a las 40 semanas?

Existen varios factores que pueden influir en la duración del embarazo, como la genética, la salud de la madre y del bebé, entre otros.

3. ¿Cuándo debo preocuparme si el bebé no ha llegado a las 40 semanas?

Si el bebé no ha llegado a las 40 semanas, es recomendable consultar al médico para evaluar la situación y asegurarse de que todo esté bien.

4. ¿Qué debo hacer si el bebé no ha llegado a las 40 semanas?

En la mayoría de los casos, el médico recomendará esperar y realizar un seguimiento para evaluar la evolución del embarazo. En algunos casos, puede ser necesario inducir el parto.

5. ¿Existen métodos naturales para inducir el parto si el bebé no ha llegado a las 40 semanas?

Existen algunos métodos caseros que se cree que pueden ayudar a inducir el parto, como caminar, tener relaciones sexuales o estimular los pezones, pero es importante consultar al médico antes de probar cualquier método.

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